Aberdeen es una granítica ciudad portuaria de la Escocia más petrolífera. Tiene 200.000 habitantes y en el gaélico que hablan en Alba se la conoce como Obar Dheathain. Hace 120 años, tres clubs de la ciudad ( Aberdeen, Orion y Victoria United) se unieron para fundar el Aberdeen Football Club. Igual por ello, el equipo tiene tres apodos: The Dons, The Reds y The Dandies. Juegan en el Pittodrie Stadium desde 1903, es decir, desde siempre. Este campo fue en primero del Reino Unido en tener todas las localidades de asiento, acabando con aquella magnífica tradición de ver los partidos de pie. En 1939 decidieron jugar de rojo. Como los equipos grandes de verdad.
En 1955 ganaron su primera liga. Tienen 4. La última en 1985. De hecho, desde aquella, ningún equipo que no sea el Rangers o el Celtic, ha vuelto a celebrar un título de la liga escocesa. Casi 40 años de dictadura de la ciudad de Glasgow. Podemos asegurar que, de sus 120 años de historia, los comprendidos entre 1980 a 1990 fueron la puta hostia: 3 Ligas, 5 Copas, 2 Copas de la Liga, 1 Recopa ganada al Real Madrid, y una Supercopa De Europa. Es el único equipo escocés con dos títulos europeos. Casi todas estas hazañas llevaban la firma de un tal Alex Ferguson, genio de los banquillos, que luego bajaría de nivel entrenando a un equipo inglés llamado… Por su ubicación geográfica, el Aberdeen carece de rivales locales. Sus enemistades más enconadas hay que buscarlas con el Dundee United (debido al éxito de ambos clubs en los 80’s) y con el Rangers, cuyos seguidores despachan al Aberdeen como un equipo de follaovejas. Los Reds escoceses no ganan un título de calado desde 2014, cuando alzaron su sexta Copa de la Liga. Esperemos que la sequía se rompa pronto. Y es que no podemos desearle nada más que lo mejor al equipo de una ciudad cuyo lema es el que encabeza esta entrada.
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Blackpool es una ciudad de 150.000 habitantes, a orillas del Mar de Irlanda, celebérrima como destino turístico para todo inglés que se precie. Tiene una playa de 11 kilómetros y unos 70 pubs. Fue en uno de ellos, el Stanley Arms, donde se fundó hace ya 135 años el Blackpool Football Club. Desde la temporada 1923/24, el Blackpool juega de naranja. Holanda tuvo la culpa. Un color que le destaca como un rara avis en la tradición cromática del fútbol sajón. Por ello, el club recibe el apodo de Tangerines. Es uno de los dos que tiene. El otro, por lo expuesto en la primera línea, es los Seasiders. Los grandes éxitos deportivos del Blackpool se reducen a uno: la FA Cup de 1953. Liderados por un inconmensurable Stanley Matthews, cuya actuación bautizó la final, las mandarinas asesinaron 4-3 al Bolton Wanderers. Sir Matthews ganaría tres años después el primer Balón de Oro de la historia. Convertido en un club ascensor durante el último medio siglo, con rachas tan extremas como pasar de la Premier a la League Two en sólo 5 años, el Blackpool disputa hoy en día la Championship, que es la segunda categoría en importancia del fútbol inglés. Los Seasiders juegan como local desde 1901 en Bloomfield Road, que suena como una batalla de las guerras bóeres.
Su archirrival es el Preston North End, del que ya hablamos en este blog. Y en su escudo, un sencillo lema con una sola palabra: Progress. Apliquémonos el cuento. “La fortuna ayuda a los audaces”. La frase es un tópico archiconocido incluso en Hibernia: “Audentes fortuna iuvat”, aunque se suele citar erróneamente: “Audaces fortuna iuvat”. El Linfield Football Club fue fundado en marzo de 1886 por los trabajadores de un molino lanar, en el vado arenoso en la desembocadura del río, que es lo que viene a significar Belfast. 5 años después, el Linfield ya estaba ganando la primera edición de la liga irlandesa. Tanto le gustó la experiencia que ha repetido 54 veces más, la última este mismo año. Este dato le convierte, junto al Rangers escocés, en el equipo con más ligas del mundo. El 3 de mayo de 1921 entró en vigor el Acta de Gobierno de Irlanda, una ley promovida por el parlamento del Reino Unido que dividía la isla en dos: Irlanda del Norte pasaba a ser uno de los 4 países constituyentes del Reino Unido y mantuvo su liga de fútbol, que hasta entonces era la liga de todos. El resto de Irlanda creó una nueva federación y sus propias competiciones. Por aquel entonces, la gran rivalidad del Linfield, equipo de base lealista y protestante, era contra el Belfast Celtic, el equipo papista de la ciudad que seguía participando en la liga norirlandesa a pesar de los pesares. La cosa se fue deteriorando a lo largo de las décadas siguientes, con altercados cada vez más graves y frecuentes entre jugadores y aficionados, hasta que en el Boxing Day de 1948 todo estalló. Una turba de hooligans del Linfield, que actuaba de local, saltó al campo, atacando y lesionando a varios jugadores del Celtic. La sanción a los agresores fue tan ridícula que el Celtic, harto de luchar contra los elementos, se disolvió al año siguiente, dejando un bonito cadáver de 14 ligas en 58 años. Desde aquella, el Linfield tiene como nuevo mejor enemigo deportivo a otro equipo belfastiano, el Glentoran, con el que disputa un protestado derbi conocido como The Big Two. Volvamos a lo deportivo. El muy laureado Linfield ha conquistado a mayores, 44 copas y 10 copas de la liga, ostentando el récord de títulos en ambas competiciones. Se estima que sumando todos los trofeos que tiene este club en variopintas competiciones, la cifra ascendería a 221. Desde 1905, el Linfield juega en Windsor Park, ubicado en el sur de Belfast. Este campo también es el utilizado por la selección de Irlanda del Norte. Resulta que la federación norirlandesa es la propietaria del estadio y The Blues del terreno.
Ya sólo queda aclarar lo del latinajo del principio. Y es muy fácil si besamos el escudo. Middlesbrough, 180.000 habitantes, una ciudad fría e industrial del noreste de Inglaterra, cuna de James Cook, Brian Clough y cómo no, del Middlesbrough Football Club. No sería justo hablar de este equipo, apodado el Boro o más crudamente The Smoggies, sin mencionar a su actual propietario, Steve Gibson. En 1986, tras un siglo de opaca existencia, el equipo estaba en bancarrota. Gibson, con 26 años, creó un consorcio salvador y pocos años más tarde, en 1995, el Boro ascendía a la Premier. Gibson, que no fabrica guitarras, dirige una compañía de transporte petroquímico. La fundó al poco de cumplir veinte años con un préstamo de 1.000 libras de su padre. El gran logro del Boro, además de sus "heroicos" ascensos, mil veces recordados y exagerados por los más viejos del lugar en sus pubs de referencia, es la Copa de la Liga de 2004, único título de importancia de este entrañable club en sus 144 años de existencia. No muy lejos de la estación de tren, en la orilla del río, está el estadio Riverside. Es relativamente nuevo, fue inaugurado cuando el equipo ascendió a la máxima categoría en 1995 de la mano de Brian Robson. Hasta entonces, los smoggies jugaban en Ayresome Park. Riverside, como su propio nombre indica, está junto al río, muy cerca del centro de la ciudad. Pero en la zona abiertamente industrial. Hay vagones de mercancías oxidados, hay trozos de madera mojada, viejas construcciones medio ahogadas por el cauce del río. A unos 100 metros, la mole metálica del puente colgante. Middlesbrough tiene su puente colgante. Construido en 1911, traslada dos vehículos en cada trayecto. Middlesbrough está muy cerca de Newcastle y Sunderland, dos de los gigantes dormidos del fútbol inglés. Su rivalidad con ambos clubs por ser el Rey en el Norte es encarnizada, especialmente con los magpies. El Middlesbrough, que tiene el buen gusto de jugar de rojo desde 1899, milita actualmente en la segunda división del fútbol inglés, la llamada Championship. Nuestro Boroman recibe su apodo por su querencia a estos colores. Existe una leyenda que une al Portsmouth Football Club con Sir Arthur Conan Doyle, el creador del morfinómano Sherlock Holmes. Pero si bien el arisco escocés jugó de portero en el Portsmouth AFC, un equipo local de aficionados bajo el poco imaginativo seudónimo de AC Smith, jamás defendió la meta del Pompey*. Así es como nos gusta empezar las historias en "Patadas y Coces". Pinchando globos. El 5 de Abril de 1898, cinco empresarios se reunieron en el 12 de High Street y fundaron el “Portsmouth Football and Athletic Company Limited”. Uno de ellos, el cervecero local John Brickwood, se convirtió en el primer presidente de la historia del club. Este equipo se formó a partir de las cenizas del Royal Artillery, popular equipo entre la gleba, que había sido forzado a disolverse después de incumplir las rigurosas normas del deporte amateur de la época. También deciden construir un campo sobre un patatal y llamarlo Fratton Park. En 1929 disputan su primera final de la FA Cup y son derrotados por un Bolton Wanderers que conquista su tercer título copero. Pierden también la final de 1934 frente al Manchester City. A la tercera va la vencida, y en 1939 aplastan en el mítico Wembley, al Wolverhampton, con un marcador de 4-1. Ese mismo año, el fútbol inglés para por culpa de la Segunda Guerra Mundial, lo que significa que el Pompey fue el vigente campeón de la copa inglesa durante todos esos años de lágrimas, sangre y sudor. La liga se reanuda en 1946. Y en la temporada 1948-49, este club del sudeste de Inglaterra, logra su primer título liguero. El club repite título liguero el año siguiente, ganando al Aston Villa 5-1 en la última jornada. Es el bienio dorado del Portsmouth. Nada en las voces del jolgorio hace presagiar que la fiesta se ha terminado. Los siguientes 70 años se pueden y deben calificar de montaña rusa. Aunque Monte Vesubio sería más apropiado. El equipo entra en tal espiral de descensos, quiebras, administraciones y de cambio de propietarios, que casi hace falta un master en derecho mercantil para no perderse en tal maraña. Sirva de ejemplo que el actual dueño es un antiguo ejecutivo de Disney tras comprarlo a un consorcio de leales aficionados que a su vez habían puesto pasta para … Con todo, dos luces al final del túnel. Una, la Copa inglesa de 2008. La segunda de su historia. Otra, más pequeña, el año pasado, cuando ganaron el terciario EFL Trophy en Wembley, delante de una cifra récord (para este torneo) de 85.000 espectadores. En resumen: a pesar de su azarosa existencia, el Portsmouth Football Club, que ahora milita en la League One y sigue jugando en Fratton Park más de un siglo después, puede presumir en sus vitrinas de 2 Ligas, 2 Copas de Inglaterra y 1 Supercopa inglesa. Ya les gustaría a muchos. * Mención aparte merece este apodo.
Su origen sigue siendo un gran misterio y hay alrededor de unas 20 teorías sobre su procedencia. Algunas hipótesis hablan de un grupo de marineros ebrios de Portsmouth que escalaron la columna de Pompeya en Alejandría en 1781 y a los que se llamó Pompey Boys. Otras, de la captura de un barco francés en 1793 conocido como Pompee y que fue usado en la Batalla de Algeciras y llevado después al puerto de Portsmouth. Y otras, de los chistes personales entre Carlos II y Catalina de Braganza, que tenían por costumbre comparar Portsmouth con Bombay, de cuya mezcla salía Pompey. Genios, como suele pasar con la realeza. ¿La teoría más extendida? En las cartas navales, la entrada al puerto de Portsmouth se abreviaba como "Pom.P". West Bromwich Albion y Wolverhampton Wanderers llevan desde 1886 repartiéndose carbón en las West Midlands. Repasemos la historia de ambos rivales. -Si es usted alérgico a la W no siga leyendo- En 1878, hace ya 141 años, se fundó en West Bromwich, una población de unos 80.000 habitantes, el West Bromwich Albion Football Club, equipo conocido popularmente como los baggies o apurando mucho, como los Throstles, por el tordo que luce en su escudo. El WBA, que suena a banco y juega de blanco y azul marino a rayas, es uno de los 24 equipos que han ganado la primera división inglesa. Fue solo una vez, pero con eso basta. En 2020 se cumple un siglo de la hazaña. A mayores, han ganado 5 copas inglesas (la famosa F.A. Cup) y la Copa de la Liga de 1966 (al West Ham United, en un partido que no cabía en el marcador) y dos supercopas de Inglaterra, que allí llaman o llamaban Charity Shield. Wolverhampton es una ciudad de 250.000 habitantes. El equipo que lleva su nombre fue fundado en 1877 como… St Luke's F.C. En 1879 se fusionó con un equipo de cricket llamado Blakenhall Wanderers y así nació el Wolverhampton Wanderers. En 1888 se convirtió en uno de los 12 padres de la primera liga de fútbol de Inglaterra. En los años 50 del siglo pasado ganaron tres ligas y se autoproclamaron mejor equipo del mundo. Este fue uno de los motivos por los que se creó la Copa de Europa. Para refutar tal afirmación. Desde aquella, ni han vuelto a ganar la liga, ni han ganado nunca la copa de Europa, aunque fueron el primer equipo inglés que participó en ella. Los Wolves, que es como se conoce popularmente al W.W, también han ganado 4 Copas de Inglaterra, 2 copas de la Liga y 4 Charity Shield. Por lo tanto, como sus archirrivales del W.B.A, son dos de los 13 equipos que cuentan en sus vitrinas con los tres torneos más importantes del fútbol sajón. Ahora sí que son palabras mayores y vamos en serio. Terminemos por donde empezamos. Section Five contra Yam Yam Army. 160 partidos contemplan el derby del Black Country. El último, por ahora, en 2012. Los baggies arrasaron a los wolves en su guarida. Es lo que dicta la historia. Han ganado 64 veces por 53 de su rival. Esperemos que haya otro pronto. Carbón y sangre siempre ha resultado una combinación atractiva.
Y que me perdonen los del Walsall. Ellos y yo sabemos los motivos. 15 de Septiembre de 1891. Partido de la F.A. Cup. El Nottingham County (desde ahora el Notts) va ganando como visitante al Stoke City por cero a uno. Faltan cuatro minutos para el final cuando el extremo derecho del Stoke dribla a dos adversarios y encara la portería rival haciendo una diagonal. Un suave otoño se avecina a las Islas Británicas mientras el escandaloso Oscar Wilde entra en la cárcel de Reading por la puerta de atrás. El irlandés Wilde se había pasado de listo y la justicia victoriana no vaciló en enviarlo a la cárcel por sodomita y graciosillo. Entre tanto, el atacante del Stoke eludía a un tercer defensor y se perfilaba para calcular su tiro mientras el portero dudaba a mitad de camino y un central gordo del Notts trotaba, desesperado, para cubrir su meta. Abstraído, el portero del Notts pensó que no había abandonado su arco en vano: aquellos veinte pasos habían achicado el ángulo de tiro del adversario y lo obligaron a sacar un remate alto que describió una mierda de vaselina y fue a rebotar en el travesaño. Mucho público miraba el partido y los seguidores del Stoke se pusieron de pie al ver que la pelota volvía al campo y quedaba a huevo para un gol fácil de su delantero. El central del Notts llegaba resoplando a grandes zancadas y el cancerbero volvía sobre sus pasos, lo que obligó al punta potter a tirar con el pie izquierdo, que no era el que más le obedecía. Pero le pegó bien. La pelota iba ya por el empate y los del Stoke festejaban, olvidados del robusto central , que empezaba a planear como un zepelín a media altura, con los brazos extendidos, como si se arrojara a una piscina. Aterrizó sobre la raya y ante un mundo de miradas atónitas alcanzó a manotear la pelota y evitar el tanto local. El árbitro no vaciló y aplicó el reglamento a la letra. Tiro libre. Indiferente a las propuestas y los forcejeos y los insultos y las amenzas colocó el balón a treinta centímetros de la línea del gol y dejó que los jugadores se ubicaran a su antojo. Naturalmente, todo el puto equipo del Notts se alineó sobre la raya y por más que sus rivales patearon durante un minuto, la pelota rebotaba una y otra vez en los defensores. El partido terminó cero a uno para las magpies pero hubo tal pelea y escándalo que el Stoke City reclamó una indemnización de mil libras esterlinas por habérsele impedido por medios antirreglamentarios lo que se llama un gol cantado. En los días siguientes todos los especialistas en fútbol discutieron la interpretación de las reglas y, al fin, la Liga Inglesa propuso una solución: debía marcarse un área de protección de 16,50 metros en torno de las porterías y el equipo que cometiera infracción dentro de ese perímetro sería sancionado con lo que iba a llamarse un penalty. Se trataba de un curioso tiro desde once metros, sin obstrucción alguna y con expresa prohibición al portero de mover los pies antes del remate. Había nacido el penalty, uno de los mayores dramas del fútbol (repasen la XIV si no me creen) Tan compleja y sutil es su sanción y ejecución que Pedro Escartín, el mayor especialista del mundo, le dedica veintiséis páginas de la 37ª edición de su Reglamento comentado. Mucho después vinieron la ley de fuera de juego, la distancia para la barrera y otras mariconadas ahora en discusión.
Hoy, 127 años después, la obra de Oscar Wilde ha sido practicamente olvidada y su tumba parisina está llena de besos de pintababios; los porcos bravos ganan 8 a 7 a los stags; y magpies y potters vagan por divisiones menores del fútbol inglés, pero el lanzamiento de penalty se repetirá como una ceremonia infinita de ruído y furia hasta el fin de los tiempos. Se pueden establecer muchos tipos de relaciones entre los diversos aspectos de la sociedad, la economía o la historia que involucran los lazos que unen al Reino Unido con sus antiguas colonias americanas. Una de las más curiosas entrecruza a la ciudad de Bristol, a la música norteamericana de raíz y al fútbol de una manera cuanto menos singular. Todo comienza en el año 1698 cuando después de muchos tira y afloja la Merchant Ventures Society, una sociedad de mercaderes y armadores de barcos bristoliana, rompe el monopolio del comercio de esclavos inglés, hasta ese momento explotado por la londinense Royal African Company, y se lanza al comercio de esclavos entre África y América, estableciendo un triángulo con sus vértices en Bristol, la costa del oeste del África subsahariana y el Caribe. Desde Inglaterra enviaban a África productos manufacturados, que allí intercambiaban por esclavos, a los que embarcaban rumbo a América, y cerraban el triángulo transportando los productos de las plantaciones americanas (tabaco, algodón y azúcar) a la metrópoli. Este lucrativo comercio situó a Bristol como la segunda ciudad inglesa en importancia durante todo el siglo XVIII, solo siendo superada por Liverpool y las ciudades del norte en el XIX con la llegada de la Revolución Industrial. A finales del XIX Bristol también se va a ver envuelta, como toda Inglaterra, en el auge y popularización del fútbol como deporte de masas, surgiendo numerosos equipos en sus distintos barrios, de los cuales dos terminaron por despuntar, el Bristol City FC en el suroeste y el Bristol Rovers en el noreste. En el sur se funda en 1894 el Bristol South End, que 4 años más tarde se renombra como Bristol City. Establece su equipación roja con pantalón blanco y juega en ligas regionales hasta que en 1901 se une a la Football League en su segunda división. En 1904 empieza a jugar en el campo de Ashton Gate en donde todavía permanece. En 1907 consigue su mejor resultado histórico en First Division al quedar segundo, y en 1911 queda subcampeón de la FA Cup frente al Manchester United. Ese año descienden y no volverían a la First Division hasta el lapso entre 1976 y 1980, deambulando el resto del tiempo entre la segunda y tercera categorías del fútbol inglés. El apelativo de sus aficionados es “The Robins”. El club es hoy en día propiedad de Stephen Lansdown, un financiero millonario británico. Mientras, en el norte surge en 1883 el equipo de los Black Arabs FC, que después de varios cambios de nombres y camisetas se consolidan en 1899 como Bristol Rovers (rover: marinero, pirata) en homenaje a la tradición marinera de la ciudad, desde cuyo puerto se fletaban las naves piratas y bucaneras que salían a navegar por el Atlántico, como reflejó R. L. Stevenson en “La Isla del Tesoro” al situar Bristol como puerto de inicio de la travesia de “La Hispaniola”,a bordo de la cual iba el grumete Jim Hawkins, el pirata John Long Silver y su loro “Capitán Flint” entre otros, recordemos: Quince hombres tras el cofre del muerto, Oh, oh, oh, y una botella de ron En 1897 se establecen en el estadio de Eastville donde jugarán hasta 1986, cuando se mudan primero a Twerton Park, en Bath, por 10 años y a partir de 1996 al actual Memorial Stadium. Comienza jugando en la Southern League y no es hasta 1920 que se enrola en la Football League en su tercera división, categoría en la que más frecuentemente ha militado a lo largo de su historia. Desde 1931 visten una muy marinera camiseta arlequinada azul y blanca. Sus mejores campañas han sido entre los años 1953-1962, 74-82 y 90-93 en que militó en la segunda categoría, y el peor el año 2014-15 que jugó en Conference (quinta categoría). Sus aficionados son conocidos como “The Pirates” en alusión a su escudo, o también “The Gasheads” recordando a la fábrica de gas que se situaba en las inmediaciones del Eastville Stadium. Desde 2016 el club pertenece a la familia jordana Al-Qadi. La música popular siempre ha estado unida al fenómeno del fútbol en las islas británicas: los cánticos de las aficiones, los himnos de los equipos, incluso la música de entrada de los jugadores en el césped ha sido siempre un elemento distintivo de cada club y cada afición. En las bancadas del Memorial St. se entona todos los partidos una canción procedente del acervo folk de la música negra de los EEUU: “Good night, Irene” del cantautor de blues Lead Belly, nacido en 1888 en una plantación de Lousiana, en el seno de una familia procedente tal vez de los cargamentos de esclavos fletados por comerciantes de Bristol en el siglo XVIII. Este cántico comenzó según dicen en un partido contra el Plymouth Argyle en el que la afición pirate le cantó a la visitante “Good night, Argyle!” mientras los visitantes salían del estadio tras ser derrotados. Mientras, en Ashford Lane entonan el himno del club: “One for the Bristol City” compuesto por el grupo de country (otra vez volvemos a los orígenes de la música norteamericana) “a la inglesa” The Wurzels, cuyo gran éxito es un himno al bebedor de sidra (para situar el estilo de música en el que nos movemos). Ambas aficiones, como vemos, son deudoras de los lazos inmateriales que unen a la antigua metrópoli con sus colonias, una relación de ida y vuelta a bordo de las naves bristolianas que cruzaron tantas veces el océano. En lo meramente futbolístico, el Bristol Derby encarna la rivalidad entre ambos clubes, considerada la octava en importancia en el fútbol inglés, que ha sido tradicionalmente encabezada por el City desde su primer enfrentamiento en 1894. Debido a que no se han solido encontrar en la misma categoría la mayor parte de los enfrentamientos entre ambos han tenido lugar en la Gloucestershire Cup (1887-1986) una competición regional que empezó en formato de liguilla y acabó por disputarse a partido único entre los 2 equipos bristolianos, en la que el City venció 53 veces frente a 27 de los arlequinados. En el cómputo global de todas las competiciones donde se han enfrentado el resultado es de 105 victorias reds, 65 pirates y 62 empates.
Beattie & Shankly.- Las coincidencias a veces ocurren, y en la final de la FA Cup de 1938 se dieron un buen número de ellas. Para empezar era la repetición de la final de 1922, la última que no se jugó en Wembley y que se había ganado, por primera vez en la competición, gracias a un lanzamiento de un penalti, ejecutado en aquella ocasión para el Huddersfield Town AFC por Billy Smith, derrotando así al Preston North End. Para continuar con el paralelismo, en 1938 fue el equipo de Lancashire el que se impuso gracias a una pena máxima pitada en el último minuto de la prórroga , cuando ya el comentarista de la BBC, primera vez que se retransmitía un partido en directo, había exclamado que si llegado a ese momento alguno de los equipos marcaba un gol se comería su sombrero, y así lo hizo. En el equipo titular del PNE figuraban dos jugadores que tiempo después coincidirían en el equipo que ese dia era su rival: Andy Beattie y Billy Shankly. Sería en el año 1955 y ambos ya no jugaban , si no que ya se dedicaban a la dirección técnica, Andy como manager y Billy como su ayudante. En la década de los 50 el Huddersfield Town era ya un equipo en franca decadencia. Sus momentos de mayor gloria habían tenido lugar en el periodo de entreguerras. Fundado en 1908, empezó a jugar con camiseta roja,pero pronto cambió a su tradicional vestimenta blanquiazul, y su primer estadio fue Leeds Road, diseñado por Archibald Leitch, ingeniero autor de casi todos los estadios de primer nivel ingleses hasta mediados del siglo XX (Anfield, Highbury, White Hart Lane, Goodison Park, Bramall Lane, Craven Cottage, etc). En 1920 llega a la First Division y de la mano del mítico creador de la WM, Herbert Chapman, empieza a mandar en el football inglés, gana 3 ligas consecutivas (el primer equipo inglés en conseguirlo y hoy en día solo igualado por Arsenal, Liverpool y Manchester United) de 1923 hasta 1926, consigue la ya reseñada FA CUP de 1922 en Stamford Bridge y hasta el parón de la 2ª Guerra Mundial suma 3 segundos puestos y 3 terceros en liga y 4 subcampeonatos de copa a pesar de la fuga de Chapman al Arsenal en 1926.No estaba mal para el equipo de una ciudad mediana del West Yorkshire, de aproximadamente 160.000 habitantes. Se encuentra situada a mitad de camino entre Leeds y Manchester y su rol histórico ha sido de ciudad de mercado. Fundada por los sajones, ya figura en escritos como el Domesday Book de 1086, una especie de catastro sajón recopilatorio de bienes y propiedades susceptibles de pagar impuestos al rey. Los territorios donde se asienta fueron propiedad primero de la familia De Lacy, después de la Corona y a partir de 1599 de la familia Ramsdem, hasta que en 1920, el Council compró sus tierras en 1920. Volviendo al football, en 1955 el Huddersfield Town, aún en First Division, ficha como manager a Andy Beattie, que se trae a su amigo Billy Shankly como entrenador de jóvenes primero y como ayudante después, a final de temporada el equipo cae a Second Division y Andy decide dejarlo e irse a administrar una Post Office en Preston, y le da la opción a Shankly de llevar el equipo, que lo coge y en 3 temporadas no es capaz de ascenderlo, pero le da la oportunidad de debutar a un chico escocés que acabaría por marcar una época, tercer máximo goleador británico de todos los tiempos y Balón de Oro en 1964 jugando ya en el Manchester United: Denis Law. Shankly acabaría por dejar Huddersfield en el 59 cansado de la falta de miras y ambición de la directiva vendiendo a sus jugadores mas prometedores y se mudaría a Liverpool donde pasaría a la historia de los Reds. Fue el canto del cisne del Huddersfield Town hasta la llamada edad moderna del football, en la que quitando un fugaz paso en los 70 por la primera categoría deambuló por los niveles bajos del futbol inglés. En 1994 se mudó de hogar al llamado entonces Kirkleey Stadium (ahora John Smith Stadium), un estadio moderno y funcional que comparte con el equipo de rugby local de los Huddersfield Giants. En 2009 el empresario local Dean Hoyle, cuya fortuna proviene de la venta de tarjetas de felicitación, compra el club, en 2015 ficha como manager al norteamericano David Wagner, primer no-británico desde la fundación del club, y la temporada 2016-2017 la culmina con el ascenso a la Premier League por primera vez para el club, después de un playoff finalizado con una victoria en Wembley ante el Reading en la tanda de penaltis, como no, retornando 45 años después a la máxima categoría del football inglés. Palmarés del Huddersfield Town Association Football Club:
3 First Division: 1923-24, 1924-25, 1925-26 1 FA Cup: 1921-22 1 Charity Shield: 1922 Nottingham es la capital de los East Midlands, una ciudad que creció alrededor de su castillo, erigido por los sajones formando parte del reino de Mercia, y que en 868 fue conquistada y convertida en plaza fuerte de los vikingos daneses. Universalmente conocida por ser escenario real y cinematográfico de las andanzas medievales de su Sheriff, el príncipe John y el cruzado Richard the Lionheart, además de ladrones proscritos que robaban a los ricos para dárselo a los pobres, como si algo así hubiera existido alguna vez. Hoy en día cuenta con aproximadamente 300.000 habitantes y con el triste título de ser la ciudad británica con el mayor índice de pobreza. Pero además es de las pocas que cuenta con un equipo fundador de la Football League y con un doble ganador de la Copa de Campeones de Europa. Es una ciudad en la que conviven dos equipos, cuyos estadios distan 300 yardas y que se sitúan en orillas enfrentadas del río Trent, por lo que podríamos pasear de uno al otro cruzando el Trent Bridge, parándonos tal vez a tomar una pinta en el Nottingham Rowing Club con vistas desde su terraza tanto al City Ground como a Meadow Lane. Si tenemos en cuenta el orden cronológico debemos empezar por hablar del Notts County, el club de fútbol mas antiguo del mundo. Fundado el 28 de noviembre de 1862 fue en sus inicios un "club de caballeros" y jugaban según sus propias reglas hasta formar parte de la Football League y plegarse a jugar con las "London rules". Empezó su trayectoria jugando dentro del mismo Nottingham Castle de los sajones, pasando luego a jugar a las orillas del río Trent en el Trent Bridge Cricket Ground, compartiendo su uso con la práctica del cricket, lo que a la larga llevó a tener que buscarse ubicaciones alternativas hasta que compraron unos terrenos en la orilla opuesta del Trent donde construyeron el estadio de Meadow Lane en 1910, inagurándolo con un partido con sus vecinos del Forest que concluyó con empate a uno. Desde 1888, primera temporada de la League hasta los años 20 se mantuvo con bastante asiduidad en la First Division, incluso ganando una FA Cup en 1894 ante el Bolton Wanderes. A partir de 1925 empieza un declive que le lleva el resto del siglo por las categorías inferiores hasta un pequeño repunte en 1982 en que vuelve brevemente a primera de la que vuelve a caer en el 87. En su palmarés están los récords de partidos de liga jugados en Inglaterra y de número total de ascensos y descensos, lo que indica su errática trayectoria. Desde ese año 87, la mayor hazaña magpie tuvo lugar el 12 de febrero de 1994 en el que vencieron en Meadow Lane en el partido de máxima rivalidad con el Forest por 2 a 1 con un gol en el minuto 86 de Charlie Palmer, un defensa central de oscura trayectoria en el underground del fútbol británico, de cabeza elevándose por encima de Stuart "Psycho" Pearce. Palmer desde ese dia fue nombrado Sir por los seguidores del County, celebrando desde ese año todos los 12 de febrero el Sir Charles Palmer Day. Otro de los grandes hitos del County es que su camiseta a franjas blancas y negras es el origen de los actuales colores del gigante italiano de la Juventus de Turín, lo que le llevó a jugar el partido inaugural del Juvetus Stadium en el 2011 (1-1). En el otro lado del río Trent tenemos a los hermanos ricos y famosos de esta historia familiar: los reds del Nottingham Forest. Fue el más tardío en aparecer, no lo hizo hasta el 1 de enero del 1865, y si también comenzó su andadura en el campo de cricket a orillas del Trent, pronto se estableció a su lado y construyó el City Ground en 1898, año en que estrena su palmarés al ganarle la FA Cup a sus odiados rivales del Derby County. Como sus vecinos,a partir de los años 20 se convierte en un equipo ascensor en las categorías inferiores hasta que en los 50 se estabiliza mas o menos en la First Division,ganando otra FA Cup en el 59. Pero su época dorada no llegaría hasta el año 1975 en que fichan como entrenador a Brian Clough con Peter Taylor como asistente, este dúo llevará al Forest a sus máximas cimas, ganando la liga en 1978. Al año siguiente debuta y gana en la Copa de Europa de campeones, triunfo que revalidaría en la 79/80. En el 93 Clough abandona el club y este vuelve a la mediocridad en la que se mantiene hasta hoy en día. Lo mas destacado de su palmarés son 2 Copas de Europa, 2 Supercopas, 2 FA Cup, 1 First Division, 4 League Cup y 1 Community Shield. Además, si sus vecinos le dieron sus colores a la Juventus, el Forest puede decir que los colores del Arsenal son herencia suya. El gran rival de los Tricky Trees no es el Notts, al que tratan con la condescendencia con la que se trata a un hermano pequeño, si no los cercanos rams del Derby County, con el que solían coincidir desde el siglo pasado y contra el que juegan el “Brian Clough Trophy” llamado así por el paso de Clough por ambos clubes. A pesar de todo, los números de los enfrentamientos en partidos oficiales entre ambos clubes no son tan desequilibrados: 40 victorias del Forest frente a 30 del County y 24 empates, aunque las cifras de años de permanencia en primera, segunda y tercera categoría si juegan claramente a favor de los reds: 56/55/5 contra 30/37/33 e incluso 15 temporadas en cuarta categoría de los magpies. Actualmente el Notts County FC milita en League 2 y el Nottingham Forest FC en Championship. |
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Patadas Sajonas y Coces Celtas bajo los cielos de AlbionUna incursión visceral por las entrañas balompédicas de las Islas Británicas. Archivos
mayo 2020
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